El inicio fue demoledor y supuso el cese inmediato del técnico yugoslavo en la undécima jornada (una victoria en la jornada inicial, un empate y nueve derrotas). A las pocas semanas de la gesta en Badajoz, el entrenador Manolo Jiménez no renovaba y se traía a un técnico reconocido en España como era Iván Brzic. Para el segundo intento se eligió a un entrenador con caché y prestigio como era Antonio Barrios.