El encuentro, jugado el 24 de junio en Turín, fue dominado ampliamente por Brasil, hasta que en el minuto ochenta Maradona asiste a Claudio Caniggia, con caño incluido, quien convierte el gol. La final estuvo rodeada de una gran tensión, tanto en los días anteriores del encuentro, con cruce de insultos, como durante el encuentro. Durante su etapa como futbolista vivió tres etapas en Newell’s, pero también dejó su huella en Espanyol de Barcelona, Atlético de Madrid, Liverpool de Inglaterra y Peñarol. Maradona fue operado en Barcelona por el doctor González Adrió, y pese a que las primeras evaluaciones diagnosticaron un periodo de recuperación de hasta seis meses, reapareció solo tres meses y medio después, el 8 de enero de 1984, cuando contribuyó con dos goles a que el Barcelona derrotase al Sevilla por 3-1. Al final, Maradona solo pudo jugar 16 partidos aquella temporada, en los que marcó un total de 11 goles, por lo que no pudo contribuir a que el Barcelona consiguiera el campeonato: quedó tercero.
La misma, disputada en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid el 5 de mayo de 1984, enfrentó al Barcelona con el Athletic Club, el vigente campeón de Liga, con el que los catalanes mantenían una dura rivalidad. Una vez firmado el contrato que sellaba su regreso a Boca, Maradona comenzó a ponerse en forma para el día del debut. Finalmente, el 29 de junio de 1984, se confirmó el pase de Maradona al Nápoles por 1.3 millones de pesetas (8 millones de euros) y cuatro años de contrato. Las primeras conversaciones para su traspaso fueron con el Sevilla y el Olympique de Marsella, inclinándose finalmente por el primero, quien pagó la suma de 5,70 millones de euros por el pase cuya gran parte la pagó la actual empresa Mediaset de Silvio Berlusconi. El club pagó 1200 millones de pesetas por su pase, el 80% del dinero fue para Argentinos Juniors que era dueño de su pase y el resto para Boca Juniors, que había recurrido a la justicia, para que desistiera de su accionar y se pudiese hacer el pase al exterior de la Argentina una cifra importante para la época. Diego Maradona salió caminando lentamente de la mano de Sue Carpenter (vestida como enfermera aunque no lo era).
La oferta original del Napoli era un partido amistoso ante el Barcelona, con la idea de verlo jugar a Maradona en Italia. Maradona apareció por primera vez con la camiseta del Barcelona el 3 de agosto de 1982, en el estadio Hindenburg de Meppen en un amistoso contra el SV Meppen. El periodista Jimmy Burns, en la biografía de Maradona titulada La mano de Dios, reveló la agitada vida privada que Maradona había llevado en Barcelona, donde por primera vez tomó contacto con las drogas. La presentación fue el 5 de julio de 1984, ante un Stadio San Paolo que contó con la asistencia de 75 000 hinchas del Napoli, en la que se estima que fue una de las presentaciones más grandes de la historia del fútbol. Esa sanción que lo alejaba de los terrenos de juego españoles hasta diciembre de 1984, fue una de las razones que empujaron al presidente del Barcelona, José Luis Núñez, a aceptar una oferta del Napoli italiano para traspasar al argentino. La sensación del jugador de que la directiva del F. C. Barcelona no lo había defendido en forma suficiente ante la Real Federación Española de Fútbol, aumentó el distanciamiento entre Maradona y el presidente Núñez, que anteriormente lo había criticado por considerar que no cuidaba lo suficiente su vida privada, ya que las salidas nocturnas empezaron a ser constantes en su vida.
Tras su participación en la Copa Mundial de Fútbol, en la que la selección argentina se hospedó en Barcelona, se oficializó su venta al Fútbol Club Barcelona. El presidente del Napoli, Corrado Ferlaino, afirmó que luego le habían dicho que en realidad Maradona estaba peleado con la dirigencia del Barcelona, por lo que Ferlaino aprovechó para realizar una oferta. Se perdió 14 partidos de Liga y las eliminatorias de la Recopa de Europa, en la que el Barcelona, mermado por su ausencia, quedó eliminado. También pesó el sentimiento de injusticia que tuvo Maradona ante la sanción, y su hartazgo respecto a los árbitros y las autoridades futbolísticas españolas. Los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una batalla campal, con puñetazos y patadas incluidas, ante los ojos de todos los espectadores y de las principales autoridades españolas que estaban en el palco. A pesar de la baja de cuatro meses a causa de la hepatitis, la temporada 1982/83 se cerró bien, con dos títulos, y Maradona considerado una de las grandes estrellas del fútbol español. La temporada 1983-84 empezó muy mal para Maradona.